miércoles, 27 de octubre de 2010

Ciervo

El ciervo es un gran herbívoro que presenta un pelaje uniforme de color pardorrojizo, durante los meses de primavera, y que vira a gris, durante los meses de invierno. La magnífica estampa de este cérvido se fundamenta en unas patas largas y fuertes y un cuerpo estrecho unido a un gran y robusto cuello que, al erguirse, le proporciona un aspecto muy estilizado, terminando en una cabeza fina rematada por dos pabellones auriculares de gran tamaño, lo que le confiere una agudeza auditiva excepcional.


En verano y en otoño, los machos presentan una gran cuerna muy ramificada. mientras que la hembra no dispone de astas. Por último, en la región anal, se aprecia una mancha blanquecina, visible sobre todo cuando el animal levanta la cola, que es de un tamaño relativamente pequeño en relación al volumen del animal.

Considerado por muchos como el rey del bosque, habita, fundamentalmente, en bosques caducifolios, mediterráneos y mixtos con amplios prados donde pastar. Las preferencias por un tipo de bosque u otro viene dada por la cantidad de alimento que pueden conseguir a lo largo del año. Por contra, no se los encuentra en zonas montañosas sin arbolado, pues se manejan muy mal en la marcha sobre rocas desnudas.





El ciervo es un animal muy errante y no tiene encames que visite con asiduidad, sino que se acuesta en cualquier lugar que encuentra conveniente. Es un gran saltador y nadador y suele revolcarse en el cieno con la intención de quitarse parásitos. Sus habitos son, generalmente, crepusculares y nocturnos, de tal modo que, durante el día, se dedica a descansar a cubierto de sus enemigos. Normalmente gregario, constituye manadas de machos solos, por una parte, y hembras con cría, por otra. Los rebaños de ciervas son auténticos matriarcados dirigidos por una vieja hembra que establece una rígida jerarquía entre las demás. Es ésta la encargada de desplazar y detener al grupo y elegir los lugares de descanso y la comida de la manada.

Los servidos se mantienen con una dieta exclusivamente fitófaga, es decir, se alimentan de hierbas y gramíneas que toman pastando en los prados. Ramonean tallos tiernos, yemas de árboles jóvenes y cortezas. También comen hayucos y bellotas, castañas y moras y precisa descansos prolongados para realizar la rumia de los materiales herbáceos acumulados en su panza.





Ardilla

La ardilla es una especie muy antigua, habiéndose encontrado restos fósiles con una edad estimada entre los 20 y 30 millones de años. En la actualidad la ardilla habita los cinco continentes, contando la familia (Esciuridus) con unas 350 especies, con hábitos tanto arborícolas como terrestres. Si bien en el territorio español tan solo está presente la ardilla roja (Sciurus vulgaris) y la ardilla moruna (Atlantoxerus getulus. Linnaeus, 1758), especie esta última que tiene limitada su presencia geográfica a la isla de Fuerteventura, donde fue introducida en 1965 procedente de África, contando con una importante población en la actualidad en esa isla. En Europa, aunque la especie más abundante es la ardilla roja (Sciurus vulgaris), también está presente la ardilla gris o de Las Carolinas (Sciurus carolinensis), una especie alóctona de mayor tamaño que la ardilla roja que ha sido introducida en Gran Bretaña y Centro-Europa procedente de Norteamérica, donde se ha aclimato de un modo excelente, llegando a desplazar a la ardilla roja.

La ardilla roja, es un animal muy sociable y simpático, que acepta la presencia humana sin dificultad, por lo que es habitual verla en parque y jardines, donde acepta con agrado alimentos de las personas. Por el contrario en las sierras y lugares donde no está habituada a la presencia humana, al menor atisbo de movimiento o ruido huye con rapidez y trepa por los árboles para situarse fuera de su alcance, aunque su curiosidad le hace mirar hacia el visitante tan pronto se considera a salvo. Si tenemos la ocasión de observar al animal descendiendo de un árbol o rama comprobaremos que siempre lo hace cabeza abajo. Tanto el ascenso como el descenso es muy rápido gracias a las poderosas uñas con que cuentan sus cuatro patas (con 4 dedos la anteriores y 5 las posteriores). Las características anatómicas y movilidad de las patas delanteras, le permite al animal que pueda usarlas a modo de pequeñas manos, de las que se ayudan para sujetar los alimentos que pela y come.

Buho real



El Buho Real pertenece a ese género de animales a los que la cultura popular ha mitificado en leyendas y supersticiones durante muchos años. Su aspecto enigmático y silencioso ha provocado desde siempre el recelo de las gentes del campo y sus costumbres nocturnas han hecho que se le relacionara con los aspectos más oscuros de la noche.

Como todas las rapaces nocturnas el Buho Real es, por fuerza, un ave sigilosa, la especial estructura de sus plumas consigue convertir el batido de sus alas en una actividad absolutamente inaudible, requisito indispensable para un cazador que se mueve dentro del más absoluto silencio y donde el más mínimo ruido pondría sobre aviso a sus posibles víctimas.

Habitante preferente de los bosques de montaña, esta estrígida instala sus nidos y posaderos en cortados rocosos que le ofrecen cobijo y un dominio absoluto del terreno que tiene a sus pies. Su celo es muy temprano y se produce en los primeros meses del invierno cuando el ulular del macho reclamando a la hembra puede oirse desde grandes distancias. La eclosión de los hasta cinco huevos que conforman su puesta se produce después de un mes de incubación y los pollos, nacidos escalonadamente, presentan una notable diferencia de desarrollo entre ellos, lo que provoca que en épocas donde el alimento escasea los hermanos más grandes maten a picotazos a los más débiles.

Al Buho Real se le conoce popularmente con el nombre de Gran Duque. Puede llegar a cazar también de día en jornadas de poca visibilidad.

Nutria

La nutria (Lutrinae) y la cabra montés (Capra pyrenaica) han aumentado su población en la Península Ibérica y han conseguido dejar de ser especies vulnerables, según la Lista Roja de Mamíferos Mediterráneos. Dos buenas noticias para la fauna ibérica.
El ritmo de declive de la nutria desde los años 60 y 70 del siglo pasado se está frenando. "Es un animal muy sensible a la calidad del agua de los ríos, a la contaminación y al estado de la vegetación de ribera", explica la coordinadora de la lista de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), Annabelle Cuttelod.
En los últimos 20 años, el hábitat de este mamífero ha mejorado en calidad y en vegetación, gracias a la limpieza de los ríos, lo que ha favorecido "el aumento de su distribución y del número de individuos", apunta el secretario de la Sociedad Española de Mamíferos, Javier Palomo. La nutria vive en los ríos del norte peninsular, Castilla y León, Extremadura y Andalucía occidental, pero ha llegado incluso a los ecosistemas acuáticos de las provincias de Málaga y Granada.
Por el contrario, la UICN advierte en su última lista roja de la degradación y desaparición de ecosistemas naturales donde habitan mamíferos endémicos de la zona mediterránea. Las causas son el uso de pesticidas, contaminación, tala de árboles, construcción de presas y sobreexplotación de recursos. Otro de los fenómenos que afecta a la distribución de la fauna es el cambio climático. Un ejemplo que apunta la UICN es la plaga del topillo en España, favorecida por las temperaturas templadas y la ausencia de su depredadores naturales, las aves rapaces.

Quebrantahuesos

El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) es una especie de ave falconiforme de la familia Accipitridae. Es un buitre notablemente distinto de otras aves de presa parecidas. Recibe su nombre por su costumbre de remontar huesos y caparazones hasta grandes alturas para soltarlos, partirlos contra las rocas y poder ingerirlos para alimentarse. Se trata de una especie amenazada en amplias zonas de su distribución, y en el continente europeo es un animal en grave peligro de extinción que ha desaparecido de varias regiones donde antes era abundante. En la actualidad se le puede observar en el Principado de Asturias, los Pirineos, los Alpes (donde ha sido reintroducido) norte de África, el Gran Valle del Rift, Sudáfrica, Grecia y desde Anatolia hasta los montes Tian Shan y el Himalaya.


Descripción

La envergadura media de esta especie es de 2,5 m, aunque algunos ejemplares pueden alcanzar los 2,8 m. Su peso puede variar entre 4,5 y 7 kg. Son características de esta especie las alas largas y estrechas, la cola larga en forma de rombo y el hecho de tener la cabeza recubierta de plumas, al contrario que el resto de buitres. Esto se debe a que el quebrantahuesos no introduce la cabeza y cuello en los cuerpos de animales muertos, sino que es una especie osteófaga (de hecho, es la única ave que se alimenta casi exclusivamente de huesos): cuando los mamíferos carnívoros, cuervos y otras especies de buitres han hecho desaparecer las partes blandas, los quebrantahuesos acuden para alimentarse de los huesos. Cuando estos son demasiado grandes para poder tragarlos los agarra con sus patas y los deja caer en zonas rocosas para partirlos en fragmentos más pequeños que pueda ingerir. Esta práctica no es para comer el tuétano, como mucha gente cree, el quebrantahuesos ingiere el hueso entero, pudiendo tragar trozos de hasta 20 cm de longitud. Se estima que un 75% de su dieta se compone de lo que obtienen de los huesos de ungulados domésticos y salvajes. El resto lo componen pellejos y restos de carne, y alguna que otra tortuga muerta, previo despeñamiento de su caparazón. Se alimenta de huesos y otros restos de animales muertos.

El color del plumaje varía enormemente con la edad, distinguiéndose hasta 4 coloraciones diferentes a lo largo de la vida del animal:

Los individuos de menos de un año tienen una coloración parda clara en el vientre, marrón en la cara interna de las alas y la cola y negra en los extremos de éstas, cabeza y dorso. En la espalda se observa un escudete de pelaje blanco.
Entre 1 y 3 años el cuello sigue siendo oscuro, pero las plumas de la cara y vientre han cambiado a amarillentas, como en el adulto. La cola se ha vuelto ligeramente más clara.
Entre 3 y 6 años las plumas de las alas se vuelven grisáceas, mientras que las del cuello empiezan a sustituirse por marrones y luego amarillentas. Las de los hombros y brazos se oscurecen con el tiempo.
Los individuos de más de 6 años tienen las alas y la cola más afiladas. El cuerpo, cuello y cabeza son enteramente blanco-amarillentos, algo sólo interrumpido por el antifaz negro de los ojos y en algunos casos un fino collar de plumas negras en la base del cuello. Las alas y cola son grises, aunque en el caso de las primeras destacan las coberteras negras y las axilas blancas. El dorso es pardo oscuro.
Además, la subespecie presente en Eurasia y el Magreb (G. b. barbatus) presenta en estado adulto unas ligeras líneas negras en la zona de los oídos, característica de la que carece la subespecie del sur y este de África (G. b. meridionalis). Esta especie no presenta dimorfismo sexual.

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Lince Iberico

Una de la joyas de la fauna española, el lince, se encuentra en un gravísimo peligro de extinción. La destrucción de sus hábitats, la contaminación de nuestros montes y la caza furtiva han recluido a este espléndido animal a sus últimos reductos en los espesos bosques autóctonos que aún quedan en las serranías del centro y sur de la península. Hoy en día sólo unas cien parejas sobreviven de esta especie única en el mundo.

De mediano tamaño, con un peso de dieciocho a veinte kilos en los machos más grandes, el lince se alimenta principalmente de pequeños mamíferos y aves, siendo el conejo una parte fundamental de su dieta.

De hábitos solitarios el lince vive apartado de sus congéneres, excepto durante la época de celo, controlando un territorio de caza que marca cuidadosamente y de donde expulsa por medio de violentos combates a los posibles intrusos que se aventuran allí. Entre diciembre y enero tiene lugar el celo, con unos encuentros altamente ritualizados entre macho y hembra. La gestación dura entre sesenta y cinco y setenta días y al principio de la primavera nacen de dos a cuatro cachorros que abren los ojos pasados ocho o diez días. A partir de los dos meses los cachorros ya salen del cubil acompañando a su madre por las inmediaciones de la madriguera y cazando después con ella hasta los quince meses, momento en que alcanzan la madurez sexual.

Vive en las serranías del centro y sur de la Península Ibérica. Posee unos característicos pinceles en las orejas. Debe su nombre a Linceo, personaje mitológico que pilotaba el Argos y tenía el poder de ver a través de los objetos.